Alianza Francesa, sede centro Bogotá, 20 de septiembre a 22 octubre 2011

Con los papeles que legalizaban su derecho sobre estas tierras, con los planos de la nueva ciudad medidos y firmados, con el poder de los decretos y las máquinas, teniendo todo metro a metro calculado, llegaron a abrir las rutas, medir las cuadras, disponer los parques: y se encontraron con tierra sembrada, pero bastaba removerla para fijar los cimientos, así lo hicieron, y se encontraron con las tumbas de los indios y sus piedras pintadas, bastaba quitarlas del camino, y así lo hicieron, entonces se encontraron con gente que salía a la ruta e impedía la avanzada. EL TERRITORIO NO ESTÁ EN VENTA-Usme 2011. ALIANZA FRANCESA, SEDE CENTRO, BOGOTÁ, Ciclo Nuevas propuestas. 20 SEPTIEMBRE a 22 OCTUBRE 2011.

sábado, 20 de agosto de 2011

A un mes

Hoy estamos a un mes de la inauguración, y comienza la cuenta regresiva, las plantas, la tierra, los papeles, la reflexión, los textos, el video, el plano, las bases, el transporte, la lista de agradecimientos. Digo "estamos" porque ahora las plantas crecen, Jaime, un líder de la comunidad, viene a ver el material el lunes para ver si me falta algo según su opinión, así que somos varios esperando la entrada a un lugar para sacar un problema.

"El territorio no está en venta" es un proceso de varios meses de acercamiento, charlas, creación de propuestas y reflexión, sobre unos terrenos con una suerte aún indefinida, un territorio en el difícil borde de lo rural y lo urbano. O así empezó.

Empezó por una noticia de El Espectador: http://www.elespectador.com/impreso/bogota/articulo-253395-una-amenaza-concreto "Una amenaza en concreto", del 26 de febrero de 2011.

La leo un sábado, fin de semana, busco el domingo en Internet los nombre de los líderes de la comunidad que aparecen en la noticia, encuentro páginas de otros periódicos pero claro que no hay teléfonos ni direcciones, finalmente encuentro la página de una concejala que está trabajando con ellos (http://indigena.todosatierra.com/?p=603). No hay más que hablar, el lunes a las 8:00 am estoy en su oficina. No está el encargado de ese tema, viene el miércoles. No hay más que hablar, vuelvo el miércoles. Hablamos, explico mi trabajo, muestro algunas fotos y, amablemente, sin las esperas eternas de la burocracia, me dan tres números celulares de la comunidad.

Jaime fue quien me contestó, desde ahí llevamos 6 meses trabajando, recorriendo las veredas, la Hacienda el Carmen, las casas de otros campesinos, hablando, haciendo entrevistas de él y de otros, todo en Usme, en la zona rural de Usme. El lunes viene por fin al taller a ver ya la exposición organizada, a ver si sus voces y lo que me importa a mí mucho: las de las plantas y su lugar, están logrando hablar en este trabajo.